SI QUIERES QUE UN ESTUDIO DE GRABACIÓN SIGA LLAMÁNDOTE EVITA ESTAS FRASES
“Tienes derecho a permanecer en silencio. Cualquier cosa que digas (fuera de guión) podrá ser usada en tu contra en un estudio de grabación o en una sala de doblaje”. En LA HABITACIÓN CON UNA CAMA lanzamos esta advertencia, al más puro estilo policiaco, a todos los profesionales de la locución y el doblaje. ¿Por qué? Pues porque como estudio de grabación en Asturias sabemos qué es lo que no debe hacerse, NI DECIRSE, si quieres que te vuelvan a llamar. ¡Así que ni se te ocurra pronunciar jamás ninguna de estas frases!
1) Estoy nervioso
Todos estamos algo nerviosos cuando tenemos que hacer un trabajo. Estar nervioso no es malo; como dice nuestra Elena Silva, significa que “estamos vivos y que nos importa lo que estamos haciendo”. Hasta ahí bien, pero no hace falta que lo verbalices. Probablemente ni siquiera se te note y comentarlo en voz alta solo servirá para ponerte más nervioso y que el resto dude de que seas un auténtico profesional.
2) Es mi primera vez
¡Ejem! Sabemos el juego que da esta frase en cualquier contexto, así que, risas a parte, nadie tiene por qué saber si es tu primera o tu quinta vez. Si te han convocado es porque creen que puedes hacerlo. El estudio de grabación, el creativo, el cliente o el director han confiado en ti, no hagas que se cuestionen su decisión. ¡Siempre tiene que haber una primera vez y todos hemos pasado por ello!
3) Este texto está mal escrito o yo creo que queda mejor esta frase
¿En serio te permites cuestionar a quien te va a pagar? Si te piden tu opinión opina, pero si no, en silencio se vive más a gusto. No sea que te ganes un puntito rojo de esos que nos hablaba el creativo publicitario Gonzalo Urbez cuando vino a impartir un curso a nuestra escuela de locución y doblaje en Asturias. Al final todo se reduce a saber cómo comportarse en un estudio de grabación.
4) Tengo la voz algo tomada
Esta frase tiene variantes del tipo “no tengo la voz al cien por cien”, “estoy con algo de catarro” o “estos días tengo mocos”. Evítalas todas. Diciendo esto solo muestras poca confianza en tu voz y trasladas tus inseguridades. Es evidente que ningún profesional de la locución y el doblaje tiene sus cuerdas vocales siempre a punto. Somos humanos y sucumbimos ante los virus. Por fortuna, existen remedios para la voz cuando un catarro, por ejemplo, nos deja fuera de juego.
5) ¿Se sabe algo del casting?
Todos queremos saber cuanto antes si nos han cogido para un casting. Sabemos lo que es esa sensación de incertidumbre y que la impaciencia se apodere de nosotros. Lo entendemos, pero créeme si te digo que preguntar constantemente al estudio de grabación si te han elegido no es una buena estrategia. Puedes parecer un poco desesperado y ganarte la etiqueta de «pesado». ¡Calma! Si te cogen, te van a avisar, eso seguro.
6) ¿Cómo me has visto?
Otra pregunta innecesaria. ¿Os imagináis a un cirujano pidiendo la opinión de los presentes en el quirófano después de una cirugía? Surrealista, ¿verdad? Pues aquí lo mismo. Si te quieren hacer una valoración, te la harán, pero no la mendigues. Pedir la opinión os hará parecer inseguros de vuestro trabajo y mostrarse inseguro no es profesional.
Si evitas todas estas frases ganaréis puntos cuando os presentéis a un casting de voz o grabéis en un estudio. Como profesionales de la locución y el doblaje sabemos cómo hablar, pero es igual de importante saber cuándo callar. De este modo nuestras palabras no se volverán en nuestra contra. ¡Benditos silencios!