LA FORMACIÓN, LA CONSTANCIA Y EL ESFUERZO SON INGREDIENTES ESENCIALES PARA TRIUNFAR COMO PROFESIONAL DE LA LOCUCIÓN Y EL DOBLAJE
Arrancamos un nuevo curso escolar en LA HABITACIÓN CON UNA CAMA y aquí estamos para ayudaros a convertiros en esos locutores y actores de doblaje que ansiáis ser. Pero, ¿cómo alcanzar esta meta? En nuestra escuela de locución y doblaje, tenemos a la persona indicada para guiaros en este camino, ya que ella un día también tuvo que recorrerlo. Nuestra profesora Elena Silva nos desvela cómo lo logró. Muy atentos a la experiencia de esta VOZ.
Si existiese una fórmula secreta para triunfar en esta profesión, su principal ingrediente sería la formación. Para Elena la formación lo es todo porque “cuando empiezas, sin formación no vas a ninguna parte y después es básica para reinventarte y actualizarte”. Ella predica con el ejemplo. En 2008 descubrió su pasión por la locución y el doblaje, gracias a un Máster en Locución Audiovisual de la Universidad Pontificia de Salamanca. Después se matriculó en la Escuela de voz AM de Madrid y al año siguiente estaba estudiando en la Escuela de Doblaje de Barcelona. Desde entonces no ha parado.
Elegir una escuela donde formarse es una decisión muy importante. A día de hoy, existen muchas opciones, pero para Elena hay un requisito fundamental: “que sean profesores en activo”. Es decir, “que cuando te metas en la ficha de eldoblaje.com veas trabajos de verdad como actores y directores de doblaje”.
Una vez aclarado este punto, hay que resaltar que no es una formación barata. “Cuando empezamos nos puede parecer muy caro, pero es que una buena escuela siempre tiene un estudio, cabinas, micrófonos, ordenadores, mesas de mezcla, profesor y técnico de sonido. Son muchas cosas. Además, si el material se rompe por un mal uso hay que cambiarlo”, explica Elena quien siempre consideró este gasto como una inversión: “si al final te lo tomas en serio y llegas, todo eso se te devuelve”.
Pero eso sí, hay que tomárselo muy en serio. No basta con asistir a clase. Nadie te va a dar una oportunidad por pagar una matrícula. Hay que trabajar mucho en casa como hizo ella. “Cuando acabé el postgrado me compré una mesa de mezclas y un micrófono y me puse a hacer mis cosas. Todos los días calentaba la voz y grababa algo – por ejemplo los anuncios de las revistas – o le ponía voz a poemas e historias que escribía un amigo. También colaboraba mucho con estudiantes de publicidad que necesitaban una voz para sus campañas. Todo el tiempo estaba practicando”, recuerda.
Si a la formación le sumáis constancia y esfuerzo, es muy probable que las puertas del doblaje se os abran con una convocatoria de ambientes. Ésa es la señal de que vais por buen camino. Seguid trabajando con la misma pasión y un director se fijará en vosotros para daros un papel, como le ocurrió a Elena Silva con La Red Social en 2010.
¿Y queréis saber cómo fueron los primeros pasos de nuestra locutora en publicidad? “Empecé con una tarjeta de sonido, un micrófono, un pie de micro, el atril, un editor de audio y algo de acondicionamiento acústico”, enumera. Se montó su Home Studio por 200 euros y cada día “me levantaba, desayunaba, buscaba empresas y les enviaba demos. Grababa nuevas demos de voz y las volvía a enviar y así día tras día. Tardaron mucho en responder al primer email, pero todo llega”.
En nuestro estudio de doblaje y locución estamos orgullosos de contar con profesionales como Elena Silva y estamos convencidos de que si ella lo logró, vosotros también lo haréis. ¡Nos vemos en los atriles!