DESCUBRE LAS ANÉCDOTAS DEL DOBLAJE MÁS BOCHORNOSAS DE LOS PROFESORES DE NUESTRA ESCUELA
¡Ay, si los atriles hablasen! Nos sacarían los colores a media profesión. La mayoría de los actores de doblaje hemos protagonizado más de una situación embarazosa que nos hace ruborizarnos al recordarla. Sabemos que os morís por conocer estas anécdotas del doblaje y por eso en LA HABITACIÓN CON UNA CAMA creemos que ha llegado el momento de sacarlas del anonimato. ¡Lo que pasa en la sala de doblaje (solo en este post) no se queda en la sala de doblaje!

Y sí, el sexo suele ser el responsable de muchas de estas situaciones bochornosas que vivimos los actores de doblaje, sobre todo en nuestros primeros takes, como le ocurrió a la profesora de nuestra escuela de doblaje y locución en Asturias, Elena Silva.
“Yo tenía un papel asignado en la película La red social, pero cuando llegué a la sala el director, que era Rafa Calvo, me dijo que me lo había cambiado en el último momento por el de otra chica que era menor de edad y le tocaba doblar una ‘mamada’. Era algo que nunca nos habían enseñado a hacer en clase”, nos cuenta Elena, quien se puso “boca a la obra” y salió airosa del take. “Me quedó perfecto. Tenía que salir bien a la primera porque no quería repetirlo”, admite con mucha guasa.
No siempre son necesarios suspiros ni jadeos para ponernos en ‘modo avergonzado’ sino que basta con una conversación muy subida de tono. Esto fue lo que le ocurrió al actor de doblaje Rodri Martín con el gran Antonio Gálvez. “Mi personaje era un adolescente y él hacía de mi abuelo, ¿vale? Pues ya en la primera secuencia estábamos hablando de unas guarradas… que yo no me podía creer que la primera vez que compartía atril con este gran profesional fuera para hablar de esas cosas”, nos contó Rodri cuando vino a nuestro estudio de doblaje y locución en Asturias.
¿Por qué será que las anécdotas del doblaje más embarazosas suelen ocurrir cuando compartimos atril con alguien a quien admiramos? De nuevo, nuestra Elena Silva sabe de qué hablamos. En el año 2015, doblando la película Objetivo Terrorista junto al actor de doblaje Luis Posada le ocurrió algo que preferiría olvidar. “Estaba con una gastroenteritis horrorosa (gracias a Dios de vomitar), pero entré en la convocatoria sin decírselo a nadie. Llegó un momento en que estaba sudando en frío, no veía ni la pantalla; de repente sentí el vómito en la boca y no me dio tiempo ni para pedir permiso para ir al baño. Me tuvieron que indicar dónde estaba y cuando entré de nuevo en la sala solo pensaba ‘tierra trágame’. Fue un momento muy incómodo”, reconoce entre risas.
Así hay que tomarse las cosas, con mucho humor, porque nuestro cuerpo nos puede jugar una mala pasada cuando menos lo esperemos. Y por si esto fuera poco, ¡mucho cuidado con aquellos compañeros que disfrutan gastando bromas a los novatos! En esto de poner en aprietos al prójimo es todo un especialista el genial Pachi Aldeguer.
“Estábamos en un doblaje que dirigía Ramiro de Maeztu y vino una chica a hacer una prueba. Tenía que doblar a una actriz que le daba una bofetada al compañero y le dijimos que a este director le gustaba que se marcasen los efectos y le aconsejamos que en el momento de la bofetada diese una palmada. Les dejamos en la sala haciendo la prueba y a los diez minutos sale Ramiro hecho un basilisco gritando: ¿quién me ha traído una palmera a la sala que no deja de dar palmadas como si estuviese con Manolo Escobar? ”, cuenta Pachi desternillándose y, una vez que se recompone, añade: “fue una manera de romper el hielo y esta chica a día de hoy está trabajando estupendamente en doblaje”. Habría que preguntarle a esta actriz que opinó ella de esta novatada.
Y hay veces que hasta los mejores gestos pueden tener consecuencias nefastas. Una vez más, el señor Aldeguer, rey de las anécdotas del doblaje o, mejor dicho, de las ‘Anécdotakes’, está metido en el ajo, aunque en esta ocasión solo fue testigo de la escena, dirigida ¡cómo no! por don Ramiro.
“Una vez, llegó a la sala un señor interesado en hacer una prueba. En ese momento estaba en el atril Pepe Guardiola y Ramiro le invitó a que hiciese la prueba con él. ¡Con Guardiola! que es como ir a hacer una prueba de fútbol y que te pongan con Messi o Cristiano. Este pobre hombre estaba muy nervioso y para que se tranquilizase Guardiola le dio un caramelo. Se lo metió en la boca y ya no podía ni vocalizar. Lo estaba pasando fatal y Ramiro, que no entendía nada, le decía: pero, ¿qué pasa? ¿por qué me está hablando así de raro?”, recuerda Pachi.
A pesar del mal trago, esta anécdota del doblaje termina bien porque “el hombre salió del paso y al final trabajó”. Eso sí, como buen caballero, Pachi se reserva la identidad del protagonista. Visto lo visto podría ser cualquiera, porque si algo hemos aprendido en este post es que nadie está a salvo de una inesperada ‘mamada’, un traicionero caramelo o un consejo mal intencionado. ¡Vivan las anécdotas del doblaje que nos dan tanto juego!